En los últimos tiempos la figura de José Zavalía terminó de naufragar en el ámbito político santiagueño. Ninguneado por sus correligionarios porteños, separado de la estructura partidaria y con el solo consuelo de que su hijo consiguió trabajo en La Banda, el ex líder del Zaino terminó de sepultar su imagen política con la errática incentivación que realizó a un grupo de “dealers” de Capital y La Banda para que organicen una fracasada concentración de motos “en contra de los operativos de seguridad vial”.
Sí, Zavalía no encontró mejor fundamento que apuntarle a la ley de Seguridad Vial, aquella que se sancionó por pedido de la comunidad después de las más de 350 muertes sucedidas en 2013 y las más de 150 en lo que van de este año. Sabido es que la desproporcionada cantidad de motos, su uso ilegal y la mezcla con el alcohol y la droga produjeron incalculables accidentes que además de terminar con la vida de muchos jóvenes, dejó discapacitados a muchos otros.
Sin embargo, esa profundización en los operativos, provocó que Zavalía busque la manera de ganarse alguna sonrisa apoyando hasta lo ilegal. Y así fue. Desde hace una semana, viene reuniendo a estos “dealers” en la esquina de su casa, en la zona sur de la Capital. Se sabe que las últimas dos reuniones tuvieron lugar el miércoles y el jueves, ocasión en las que les informó que ya tenía impresos los panfletos para que los distribuyan entre sus amigos. De hecho, les adelantó que su campaña política se basará en contra de los operativos de seguridad vial, pero fue más allá y les pidió que busquen la manera de generar hechos de violencia.
Uno de esos participantes de las reuniones dejó trascender las instrucciones de Zavalía: “Nos pidió que vayamos a Casa de Gobierno, él sabe que la Policía no nos iba a hacer nada porque tienen instrucciones de no reprimir, entonces nosotros tenemos que provocar. El Dr. Zavalía nos pidió que si no nos respondían, directamente vayamos a Canal 7 para que ICK se vea en la obligación de darnos una nota y después que vayamos a la casa de Lito Infante a reclamarle. Nosotros le habíamos dicho que buscamos que las multas no sean caras, pero él nos dijo que igual, tenemos que buscar la violencia y nos comentó que a él le daba resultados en sus marchas llevarse a todos por delante con su caballo, entonces sería bueno que nosotros tiraramos algunos ladrillos a los autos”.
La confesión de este participante, deja a las claras la intención de Zavalía detrás de la incentivación al grupo de motoqueros dealers: “Generar violencia y que no se cumplan con las leyes viales”.
“Capaz que sobre esos temas se base la campaña de Massa en el 2015”, aventuró otro allegado a Zavalía.
Sin embargo, en forma espontánea numerosos ciudadanos de la capital comenzaron a hacer circular via whatssap, varios videos donde ellos mismos piden la continuidad de los operativos viales.
sábado, 25 de octubre de 2014
miércoles, 1 de octubre de 2014
Una bandeña relata cómo fue el salvaje desalojo ordenado por Chabay Ruiz
Cristina Paz es bandeña del barrio Agua y Energía y su padre es beneficiario del Pami. La mujer, muy dolorida, expresó su malestar por los hechos ocurridos en el Policlínico de esa ciudad “que perjudicaron a mi familia y a muchas personas de escasos recursos que a diario concurrimos al Policlínico”, esbozó.
Explicó que ayer “cuando estábamos en el consultorio con la Dra. Proverá que tiene muchos pacientes toda la semana, sentíamos ruidos y movimientos de gente. Cuando salimos se habían llevado los bancos, le sacaron el asiento a una señora anciana, se llevaron las sillas de kinesiología y se identificaban como empleados de la Municipalidad”. Agregó también que “las cosas eran trasladadas en varios camiones de la Municipalidad que habían rodeado todo el Policlínico”.
Además, aseveró en un relato veraz y contundente que la gente presente en el Policlínico “comentaba que por orden del intendente de La Banda nos dejaron sin sillas, y sin elementos para que seamos atendidos, perjudicándo a todos los pacientes”.
Por último, Cristina Paz aseguró que con estas acciones se “le hace un mal tremendo a muchas personas de todas las edades que a diario concurren por distintos problemas de salud” y con tono dolido y al borde de las lágrimas, expresó: “yo hacía kinesiología gratis y ahora me quedé en la nada. Mi hijo, que tiene problemas respiratorios retiraba el aerosol de ahí y mi padre tiene que hacerse una vez por mes los controles de rutina en este lugar, y bueno, que vamos a hacer, con el Intendente que tenemos en La Banda…”, sentenció.
Explicó que ayer “cuando estábamos en el consultorio con la Dra. Proverá que tiene muchos pacientes toda la semana, sentíamos ruidos y movimientos de gente. Cuando salimos se habían llevado los bancos, le sacaron el asiento a una señora anciana, se llevaron las sillas de kinesiología y se identificaban como empleados de la Municipalidad”. Agregó también que “las cosas eran trasladadas en varios camiones de la Municipalidad que habían rodeado todo el Policlínico”.
Además, aseveró en un relato veraz y contundente que la gente presente en el Policlínico “comentaba que por orden del intendente de La Banda nos dejaron sin sillas, y sin elementos para que seamos atendidos, perjudicándo a todos los pacientes”.
Por último, Cristina Paz aseguró que con estas acciones se “le hace un mal tremendo a muchas personas de todas las edades que a diario concurren por distintos problemas de salud” y con tono dolido y al borde de las lágrimas, expresó: “yo hacía kinesiología gratis y ahora me quedé en la nada. Mi hijo, que tiene problemas respiratorios retiraba el aerosol de ahí y mi padre tiene que hacerse una vez por mes los controles de rutina en este lugar, y bueno, que vamos a hacer, con el Intendente que tenemos en La Banda…”, sentenció.
Lo que nadie contó de la ruptura Rached-Rosales
El sorpresivo alejamiento de la diputada Susana Rosales
de las filas del sector político de Emilio Rached y Marcelo Lugones provocaron
un sismo dentro de la estructura de Unen, el espacio que no logró una buena
elección en las últimas contiendas municipales de la Capital.
La aparición de Rosales en las filas del Frente Cívico
provocó que desde el propio sector salgan a criticar a la legisladora. Sin
embargo, existen numerosas razones que impulsaron el alejamiento de la
diputada. De acuerdo a lo que dejaron trascender allegados al ex intendente de
Pinto, Rached y Lugones obligaron a Rosales a contraer numerosos prestamos a
intereses usuararios con el pretexto de que se necesitaban fondos para
financiar la campaña política. Así, incentivaron a la diputada a solicitar
préstamos por 100 mil pesos en diferentes bancos, pero a la vez a pedir
préstamos a usureros de la ciudad Capital y de Pinto. Según estimaciones de
fuentes de Unen, Rached y Lugones se hicieron de 750 mil pesos en menos de una
semana, la diputada les entregó absolutamente todo el dinero que supuestamente
sería destinado a la campaña, pero sorprevisamente, en la Capital solo hubo un
movimiento económico de 50 mil pesos, al extremo de que los fiscales
contratados para las elecciones no cobraron parte de lo pactado y ni siquiera
recibieron viandas con comidas durante los comicios. Otro factor es la falta de
contratación de vehículos. Rosales conoce que en Capital, Lugones tenía que
contratar 500 autos y camiones, sin embargo, el día de los comicios grande fue
la sorpresa cuando solamente se contrataron 70 vehículos.
En forma paralela, en la ciudad de Pinto, Rached
utilizó 100.000 pesos para pagar a votantes y contratar vehículos. Circula
entre los habitantes de Pinto, unos videos donde se observa a los dirigentes de
Rached entregar “votos marcados” y condicionar al votante a que al regreso de
la votación recién pagarle los 350 pesos prometidos. Es más, los propios
votantes denunciaron que en realidad nunca llegaron a darle lo prometido. “En
el mejor de los casos les dieron pesos cuando volvieron de votar” contó una mujer
que estuvo trabajando junto a la dirigente de Rached que marcaba los votos.
Otro dato que enojó sobremanera a Rosales fue que hubo
medio millón de pesos que nunca aparecieron. Otro dirigente, que evitó dar su
nombre, confesó que “Emilio decía que no tenía plata, que necesitaba para
comer, pero todos sabemos que dejó nombrada a su hija como ñoqui en el Senado
con un sueldo de 35 mil pesos, así también tiene como ñoquis a Ale Parnás, el
chango que le maneja las páginas sociales y a la amante de Emilio, una mujer de
apellido Neme, que también cobra en el Senado y no va a trabajar, entonces
nadie le cree que ande mal, nosotros lo vemos siempre, dispone de plata,
realiza costosos viajes y todo eso es prácticamente inaguantable”. Añadió que “después
de las elecciones, nos dio la espalda y no nos atiende”.
A todo esto, la diputada Rosales fue a pedirle
explicaciones a Rached, ya que al margen de las deudas bancarias, ahora, los
usureros le piden plata constante y sonante, ya que no esperarían a las cuotas,
al hacerla firmar pagarés. Según cuentan, esos usureros son amigos productores agropecuarios
del propio Rached.
Todas
estas maniobras, impulsaron a Rosales a alejarse del sector de Rached y
Lugones.
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